4 Regalos que puedes hacer esta Navidad

Cuando era pequeño esperaba con ansias la Navidad. Las decoraciones no se colocaban tan temprano como se hace ahora, que ya comienzas a ver pinos y coronas desde principios de Noviembre. En ese entonces, comenzaban con el frío.

Me ilusionaba el recibir los regalos, como a cualquier otro niño. Como no era tan bien portado que digamos, me sentía nervioso al considerar si llegaría o no lo que yo había puesto en mi lista…

A pesar de que me hubieran dicho entonces que la Navidad no se trata de los regalos, podía por fuera tener el gesto y la aprobación que los demás esperaban de mí, pero en el fondo… quería un regalo.

Hubo un año en particular, en el que mi comportamiento merecía realmente un trozo de carbón. Había recibido decenas de amenazas, aún así me dediqué a hacerle la vida imposible a los que me rodeaban, comenzando con mi hermano y mi madre, que eran con quienes convivía más.

Sin embargo, al pino, salté de la sorpresa. Ahí estaba el Halcón Milenario que tanto ansiaba… WOW! No lo podía creer.

Sobre todo porque yo no lo merecía. Eso lo tenía claro.

Aprendí que un regalo es eso precisamente, un regalo, no un premio. Mi padre me abrazó fuertemente, conteniendo las lágrimas mientras yo gritaba como loco.

Más allá del juguete –que no duró para siempre– fue el vivir la gratuidad. Entonces ,no dejó de brotar en mí el agradecimiento.

Resultado curioso, mi comportamiento cambió, mi visión con respecto a los regalos también.

Algunos dirán que la Navidad no se trata de regalos, pero no estoy del todo de acuerdo. La Navidad sí se trata de un Regalo: del más grande Regalo de todos y es que «Un Hijo se nos ha dado».

No hay regalo más grande que hayamos recibido en la historia y de algo podemos estar seguros: de que no lo merecemos.

Cuando los ángeles se aparecen a los pastores, esto les dicen: «Gloria a Dios en el cielo y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad». Es un regalo para todos. Es la Paz para todos aquellos que creen o no creen, pero que quieren el bien, sin importar sus creencias o su fe.

En los centros comerciales la gente se abarrota desde el cuarto viernes de Noviembre para ganar la mejor de las ofertas y llevar a casa el artículo de moda, el mejor regalo. Hay cuatro regalos que podemos dar, para compartir el Regalo (con mayúscula) que hemos recibido. Te propongo tomarlos en consideración en tu Lista de regalos para la temporada.

Regala tu Presencia

Me incluyo en la lista de los desvergonzados que miran su teléfono cuando hablan con alguien más. Es, en definitiva, un hábito abominable que quiero desterrar pronto.

Estamos, pero no estamos. Recibirás decenas, si no es que cientos, de mensajes por Whatsapp, Instagram o Facebook el próximo lunes por la noche. Hazte un favor, déjalos para después. PON ATENCIÓN A LOS QUE ESTÁN CONTIGO.

Si quieres dar un regalo maravilloso, comienza por estar presente.

Nos reunimos con gente que normalmente no vemos, con los familiares o amigos que vienen de fuera. Pon todo tu empeño y atención en el interlocutor en turno, verás que puede hacer una diferencia.

Deja el cel para después.

Regala significado

Dar un regalo material no es pecado. En absoluto.

Gary Chapman, autor de los 5 Lenguajes del Amor, explica que cada persona tiene una forma de comunicar sus sentimientos de amor y afecto hacia los demás a través de diferentes canales. Uno de ellos es el de «dar regalos».

El obsequio o presente que entregamos a otros no es un fin en sí mismo, sino un vehículo que debe transmitir un mensaje. Es solamente el canal para comunicar mi aprecio por ti.

Un regalo costoso, como un reloj, un collar de diamantes, el juego de video más nuevo puede no decir nada y ser sólo un recipiente vacío, sin contenido, sobre todo cuando el dinero no es problema.

Una tarjeta mal hecha, con crayones de colores y pegotes, o un brownie quemado de más, puede en cambio ser un mensaje de amor maravilloso.

Cuando des un presente material, asegúrate en depositar en éste todo el significado posible. Puedes hacerlo a través de una carta o tarjeta con un mensaje escrito o decirlo verbalmente al entregarlo.

Hazle saber a la persona por qué le has dado este regalo. Resalta alguna de sus cualidades, de sus gustos, de sus pasiones. Hazle saber que es importante para ti y que le conoces bien. No importa el valor comercial del objeto, lo que importa es el valor que construimos juntos, que tú pones dentro de él cuando lo entregas.

Si vas a hacer un obsequio, hazlo significativo.

Regala la Paz

Es costumbre sacar los arreglos de porcelana, las casitas y figuras de pasta del nacimiento, las esferas más finas y además hay posibles fuentes de incendio por todos lados. Lo sé. Pero deja que los niños sean niños, por el amor de Dios.

Deja de regañar, deja de reclamar. Baja tu nivel de perfeccionismo. Deja de esperar que todo sea perfecto.

Ya lo es.

Recibe lo que venga con gratitud, si las cosas no salen como quieres, si se amarga el ponche o sale mal el puré, si se viene el familiar incómodo o no el regalo que tanto te esmeraste en conseguir no le queda al sobrino o no le gustó a tu cuñada… relax and enjoy.

Recibe la Paz que trajeron los Ángeles y no te pierdas en superficialidades. Utiliza las tres técnicas primeras de PSI+: Poner atención al presente, Saborear y Agradecer.

Regala el Perdón

Algunos guardamos rencores por décadas. Ya no sabemos por qué nos distanciamos. O tal vez, la herida que te han hecho es todavía reciente. Tienes la oportunidad de dar(te) el regalo del perdón.

Perdonar no significa que apruebas lo que la otra persona hizo, ni que pasas por alto el dolor que alguien provocó. Perdonar significa que quitas la culpa, la sentencia y el deseo de «quedar saldado».

Simplemente dejas de desearle el mal a esa persona y, tal vez, hasta puedas hacer las pases por un momento. Puedes hacer una tregua como sucedió en la Noche Buena de 1914, cuando los cañones de aliados y alemanes cesaron y fueron reemplazados por el sonido de Noche de Paz en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial.

Puede venirse a la mente el rostro de quien te ha ofendido, pudo haberte robado todo, pudo haberte lastimado como ninguno. Piensa que, aunque te disguste tanto la idea, Jesús también vino por él o ella y deséale la paz.

Finalmente…

La Navidad comenzó precisamente porque el mismo Hijo de Dios se regaló a nosotros. ¿No es eso maravilloso? Así que si quieres seguir su ejemplo, el mejor regalo que nos puedes dar a todos… eres tú.

Dios puso dentro de ti tantos dones y talentos que son únicos, que no hay otro lugar dónde conseguirlos, así que es importante que sepas que nos hace muy felices a los que te rodeamos cuando nos das lo mejor de ti. Por eso quiero darte las gracias por ser quien eres. Eres extraordinario, eres extraordinaria. Y no hay mayor regalo para mí y para los que te queremos que tú.

Por eso, te deseo de corazón una muy feliz Navidad. Te mando un abrazo virtual y espero un día poderlo entregar en persona.

Feliz Navidad, de corazón,

Alex

Photo by Kira auf der Heide on Unsplash

About the author

Me gusta el aprendizaje, el crecimiento, contribuir al mundo; amo a mis hijos; explico cosas; comparto mis pensamientos; escucho a los demás; practico la filosofía y el coaching; doy conferencias, talleres y clases a quien se deje; me gusta dejar un pedacito de mí en la vida de las personas.
3 Responses
  1. Ruth Juárez Mondragón

    Gracias Álex por el regalo que no das, hermosa reflexión, también para ti son mis mejores deseos de paz, amor y perdón. Que el nacimiento del Hijo de Dios derrame sobre ti y tu familia abundantes bendiciones.

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