El país más feliz del mundo

Hace un mes se publicó el Reporte de la Felicidad en el Mundo, emitido por la ONU, en el que se presentan los resultados de la Encuesta Gallup sobre los niveles de felicidad percibidos por la población en 156 países.

Según este informe, «el país más feliz del mundo» es Finlandia. Seguido por Noruega, Dinamarca, Islandia, Suiza y Holanda. Costa Rica es el país más feliz de América Latina. México ocupa el segundo lugar (posición 24, a nivel mundial), mientras que Venezuela es el menos feliz de los latinoamericanos (102, mundial). Hace solo 10 años, ocupaba el primer lugar en el continente. Esto es consecuencia de una atmósfera de rápido deterioro de la libertad política y la estabilidad económica”, explica el documento.

En esta edición (2018), a diferencia de los anteriores, se estudian también los niveles de felicidad de los migrantes. Un descubrimiento interesante es que el nivel de satisfacción de los inmigrantes en un país es similar al de los locales.

¿Qué hacen diferente los países felices de los demás?

Son seis las variables que se miden en el estudio:

  1. Ingresos
  2. Salud y expectativa de vida
  3. Apoyos sociales
  4. Libertad para decidir
  5. Confianza
  6. Generosidad

Pudiéramos pensar que con sólo incrementar el nivel económico de las personas se consigue un mayor nivel de satisfacción y felicidad. Pero no es así. Tener más ingresos no te hace necesariamente feliz. No hay relación estrecha entre el Producto Interno Bruto ni el Ingreso per Capita de los países y su ranking en la tabla.

A esto se le conoce como la Paradoja de Easterlin, ésta nos explica que cuando aumenta el nivel de riqueza de una población, por lo general también se incrementa la desigualdad, y por esta razón se genera mayor insatisfacción entre las personas.

Son los otros factores los que marcan la diferencia: la expectativa de vida saludable; la disponibilidad de apoyos sociales, que pueden ser públicos o privados y si son éstos últimos, que sean de fácil acceso para las personas; la libertad para poder tomar decisiones por sí mismo, la confianza en las estructuras de gobierno y empresas; y el nivel de generosidad en general.

Tres grandes epidemias mundiales

Existen tres grandes epidemias que afectan el nivel de felicidad de los países avanzados, según el reporte (y otros en vías de): obesidad, depresión y adicción a los opioides.

Obesidad

La obesidad es causa de múltiples desórdenes metabólicos. Los altos consumos de comidas procesadas y alimentos altos en azúcar interfieren en la producción de Serotonina, lo que nos afecta el estado de ánimo. También afectan nuestro nivel de Dopamina, que es conocida como la hormona de la felicidad, ésta sustancia nos hace sentir felices. Sin ellas, el nivel de felicidad percibida por el organismo es menor.

Adicción

Somos la generación más endeudada, más obesa, más deprimida y más adicta de la historia. El reporte pone la adicción, sobre todo a los opioides como una epidemia mundial. Un opioide es cualquier sustancia externa que busca aliviar o suprimir el dolor. Van desde la aspirina y el paracetamol hasta la morfina y el opio. A final de cuentas, muchas de las adicciones tienen como finalidad eliminar o distraer el dolor de una u otra manera, ya sea dolor físico, emocional, psicológico, etc.

Lo cierto es que, como dice Brené Brown (fan, ya sé) en su charla de TED: cuando adormecemos nuestras emociones negativas (o desagradables), adormecemos todas nuestras emociones. Para poder eliminar nuestro dolor, adormecemos nuestra capacidad para experimentar el gozo, felicidad, sorpresa, etc.

La adicción a los opioides o a los evasores del dolor ha aumentado drásticamente y esto también afecta tanto la salud como la expectativa de vida. Las muertes por sobre dosis y los padecimientos debidos a estas sustancias reportan crecimientos históricos.

Depresión

Hablar de la depresión es hasta obvio. El aumento de la depresión lo podemos constatar en todos los ámbitos de la vida, cerca y lejos de nuestras relaciones sociales. Lo interesante no sería presentar estadísticas sobre los niveles actuales sino soluciones. El reporte se limita a mostrar los números al respecto. Aquí es donde entrará la Ciencia de la Felicidad con sus nuevos descubrimientos que podemos poner en práctica de inmediato para contrarrestarla. Por eso insisto: estudia psicología positiva.

Un cuarto problema para nosotros

Cuando las personas tienen confianza en los negocios y el gobierno la felicidad aumenta; cuando percibimos corrupción, ésta disminuye. En México el nivel de confianza es de los peores.

Una de los items que se miden en la encuesta es la percepción de que en las autoridades civiles son corruptas, México encabeza la lista del continente. Tres cuartas partes de la población pensamos esto. En cuanto a las instituciones privadas, también existe la percepción de que los empresarios se enriquecen a costa de la población, ya sea por explotación laboral o por producir y vender productos que son perjudiciales.

¿Cómo resolver entonces la felicidad pública?

No son solución ninguna propuesta totalitaria. Las dictaduras socialistas han demostrado que fracasan. No hay soluciones de arriba a abajo. El reporte propone en sus conclusiones que debe ser al revés.

Para poder aumentar el nivel de felicidad de un pueblo, se debe trabajar en el nivel de felicidad de cada ciudadano, no en conjunto. Son las soluciones locales las que, al sumarse mueven la estadística.

La Psicología Positiva al rescate

Aquí es donde entran iniciativas como la Psicología Positiva. Todo el capítulo 7 del documento se centra en este tipo de propuestas y, respecto a la PP nos dice:

«Programas de psicología positiva y bienestar en las escuelas, lugares de trabajo y comunidades pueden ayudar a los individuos a cambiar sus propios comportamientos, superar adicciones y buscar estrategias de vida para reforzar su bienestar personal y el de sus amigos, familiares y comunidades. La evidencia es amplia y creciente de que tales estrategias de cambio de vida pueden ser altamente efectivas». Página 158

Podemos encargarnos ahora de nuestra propia felicidad y de la de nuestros próximos. ¿Cómo? Practica la gratitud; usa tus fortalezas, busca tu propósito; cultiva la intimidad; practica la amabilidad y el mindfulness; logra cosas que realmente importan; gasta tu dinero en experiencias y no en comprar cosas y, si al final, nada de esto funciona, puedes mudarte a Finlandia.

Bonita semana.

About the author

Me gusta el aprendizaje, el crecimiento, contribuir al mundo; amo a mis hijos; explico cosas; comparto mis pensamientos; escucho a los demás; practico la filosofía y el coaching; doy conferencias, talleres y clases a quien se deje; me gusta dejar un pedacito de mí en la vida de las personas.

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