¿Por qué te fallan tus propósitos?

Estábamos reunidos alrededor de un asador en un rancho. Yo tenía como diez o doce años. Había a unos pocos metros un perro acostado junto a una puerta que aullaba con mucho dolor.

— ¿Qué tiene ese perro? – pregunté intrigado – ¿por qué llora?

— Porque donde está acostado hay un clavo y le duele

El perro estaba recostado junto a una puerta de madera que tenía un clavo salido, pero el animal no se movía de donde estaba.

— ¿Por qué no se mueve? -volví a preguntar

— Porque no le duele suficiente como para moverse- contestó el abuelo.

Así nos sucede a nosotros. Nos quejamos de los clavos de la vida, pero permanecemos recostados sin cambiar de lugar, hasta que en verdad nos duela suficiente.

Te has propuesto un cambio personal, que puede ser comenzar una nueva actividad o dejar algo que hacías de costumbre atrás. Temo decirte que no lo lograrás… a menos, que esta nueva visión que tengas esté alineada con tus valores y prioridades personales más básicas.

Todos tomamos decisiones basados en nuestra forma de ver el mundo y nuestra jerarquía de valores. Éstos son, por lo general, inconscientes. La mayoría de las personas creemos que estamos en control pero no es así. Las decisiones que «tomamos» en realidad son tomadas en automático por estos sistemas de creencias. Y por esta razón, aunque digamos que nos pondremos a dieta, haremos ejercicio, dejaremos tal o cual vicio, o duplicaremos nuestras llamadas de prospección, no lo conseguiremos. ¿Por qué?

Por que lidiamos, sin darnos cuenta con valores rivales.

¿Qué es lo que quieres cambiar? ¿Qué reto quieres conseguir?

Ponte a pensar en qué valor encuentras dentro de esta nueva visión que estás teniendo. ¿Está a alineada con tu jerarquía personal? ¿Con tus prioridades?

Los valores rivales son dos realidades que consideramos valiosas pero que compiten por nuestra atención y esfuerzo. Son las recompensas que obtenemos cuando hacemos lo que hacemos. Todas nuestras conductas, en el fondo, tienen una recompensa, un valor que obtenemos con ellas, incluyendo nuestras conductas destructivas. En terapia sistémica le llaman «ganancia secundaria».

Si no descubro la ganancia secundaria en esta conducta o situación que deseo abandonar, no tendré éxito. A pesar de que me duela. Porque este valor (recompensa o ganancia secundaria) entrará en rivalidad con el nuevo valor o recompensa que deseo conseguir. Y, ¿sabes qué sucederá? Que la visión que deseas conseguir perecerá. No se dará el cambio.

No considerar esta situación hace que nuestros propósitos de año nuevo estén destinados al fracaso desde su inicio.

¿Qué debería hacer, entonces? El primer paso es el autoconocimiento. Necesitas tomar consciencia de cuáles son tus valores personales. ¿Qué es lo que consideras prioridad en tu vida? Hace unas semanas escribí Una cuestión de valores. En este artículo te invitaba a hacer una reflexión sobre las prioridades en tu vida. También te mencioné que en cuestión de valores se podían dar los fenómenos de resonancia, disonancia y consonancia. Los valores rivales son dos valores que están en disonancia, que compiten entre sí. Uno te impulsa hacia el cambio y el otro te detiene. Mientras no resuelvas la disputa a nivel de valores, no la podrás resolver en el plano de la acción. Por esta razón vale la pena sentarse un momento y hacer un examen personal. ¿Qué es lo que es realmente importante para mí? Considerando el cambio que deseo conseguir, ¿Qué valor está en juego? ¿A qué tendría que renunciar si hiciera el cambio que me estoy proponiendo? ¿Cuál es la ganancia secundaria que pudiera detenerme y dejarme donde estoy?

De esta manera puedo desarticular una trampa que está prefabricada, antes de iniciar a hacer cualquier cosa. Sin esta reflexión, los valores pelearán en tu contra, en tu inconsciente y el que saldrá perdiendo al final serás tú.

Por esto es necesario hacerse dueño de uno mismo y comenzar por analizarse desde sus creencias y valores más íntimos antes de seguir con cualquier esfuerzo de transformación. Solo cuando te hagas dueño de ti mismo, te duela suficiente tu realidad actual y tu visión de cambio se alinee con tus valores fundamentales, serás capaz de moverte de lugar y ejecutar el cambio que estás buscando. Antes no.

 

Bonita semana.

About the author

Me gusta el aprendizaje, el crecimiento, contribuir al mundo; amo a mis hijos; explico cosas; comparto mis pensamientos; escucho a los demás; practico la filosofía y el coaching; doy conferencias, talleres y clases a quien se deje; me gusta dejar un pedacito de mí en la vida de las personas.

Leave a Reply