Sábado 4

Hay un fantasma en la casa y hoy pude mirarlo a los ojos. Tuve el valor de enfrentarlo y en me medio de la noche, encontrar que no tiene poder sobre mí.

Me amenazó con su presencia desde días anteriores y sabía que esta noche llegaría. Me amenazó con pensamientos de tortura y soledades… le temí.

Le temí hasta los huesos, pero sigo aquí. No tiene poder. Nada puede hacerme. Nada pasa.

Se atravesó en mí camino, me salió al encuentro y me estorbaba por la calle. Lo desprecié primero y luego lo ignoré.

Aunque quisiera reclamarle lo que ha robado, me sacudo y lo suelto, lo regalo, me da igual.

La noche fue la arena donde lo vencí, solo por hoy… solo por hoy… pero duermo desafiándolo.

De frente puedo decirle, ya no te temo.

About the author

Me gusta el aprendizaje, el crecimiento, contribuir al mundo; amo a mis hijos; explico cosas; comparto mis pensamientos; escucho a los demás; practico la filosofía y el coaching; doy conferencias, talleres y clases a quien se deje; me gusta dejar un pedacito de mí en la vida de las personas.

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