No importa qué título o puesto tengas en tu trabajo actual, ni en qué lugar de la jerarquía estás en la organización. No importa si trabajas en un corporativo o lo haces por tu cuenta. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de sacar constantemente lo mejor o lo peor de las personas que nos rodean. Eso es liderazgo.
¿Cómo eres tú? ¿Qué tipo de líder eres?
Recuerdo que estábamos sentados en un escalón, en la entrada principal a uno de los edificios donde estudiábamos. Me quejaba con uno de mis compañeros y mejores amigos acerca de otros compañeros que solo hacían el trabajo más difícil. Había tenido yo una serie de discusiones con algunos de ellos durante la semana. Eran gente intransigente, cerrada a los cambios, que no daban razones de sus opiniones ni fundamentaban lo que decían, pero tampoco estaban abiertos a recibir un argumento diferente. Simplemente eran… (busqué una palabra políticamente correcta)… necios.
– Alex, tienes razón – dijo mi amigo – pero ese es precisamente tu problema. Lo que dices es cierto. Y pienso que ellos también lo saben. Pero es la manera que lo dices lo que hace a todos querer llevarte la contra… nada más porque sí. Tal vez tienes que dejar de pensar en ti mismo y ponerte a pensar en los demás…
¡Me cayó como bomba!
Mi amigo tenía un punto. Y fue que yo sacaba lo peor de las personas, incluyéndome. No me daba cuenta de ello, vivía como en piloto automático, concentrado en sacar el trabajo, hacer las tareas, solucionar los problemas, … ser fuertes y ganadores.
Pero solo era atrapar vientos, seguir espejismos. Porque los resultados decían lo contrario. Entonces comencé un trabajo difícil, pero que fue dando resultados. Comencé a preguntarme: ¿Cómo sacar lo mejor de mí y de los demás?
¿Cómo ser un líder positivo?
Por naturaleza los líderes en las organizaciones tienden en fijar su atención en lo que falta: un problema, un reto, una meta. Y en hacer todo lo posible por alcanzarlo. Está en su naturaleza, ser reacios al riesgo, según explica Jeremy McCarthy, profesor de Positive Leadership en UC Irvine. Sin embargo, la investigación reciente sugiere que al adoptar un enfoque positivo pueden producirse resultados que exceden el rendimiento normal o esperado en las organizaciones.
Enfoques como centrarse en lo que funciona, por encima de lo que falla; usar y conectar las fortalezas de la gente; cultivar un sentido de significado y propósito; siendo claros en cómo se pueden lograr grandes cosas; son una diferencia competitiva en Organizaciones Positivas.
«Puede ser un poco revoltoso sugerir tal enfoque en las organizaciones donde todo lo que parecen importar es el beneficio», reconoce Jeremy. «Pero al final del día, cada compañía está dirigida por seres humanos que preferirían trabajar en algún lugar que estuviera creando un significado en la vida de las personas, que tuvieran empleados felices y que estuvieran orgullosos del trabajo que estaban haciendo».
Pero, ¿qué hace un líder positivo de forma diferente día a día en la oficina? En una entrevista con Michelle McQuaid, Jeremy dio tres recomendaciones para ser un líder positivo:
- Evita tomar un solo punto de vista (Positivo o Negativo): mientras que muchas de tus interacciones con otras personas en el trabajo se centrarán en descubrir los mayores problemas que ellas enfrentan y cómo solucionarlos, tómate tiempo también para hablar también sobre lo que salió bien en la semana, qué pueden aprender de ello, cómo pueden hacer que se repita y cómo pudieran saborear más aún los logros. Un enfoque equilibrado que aprecie las oportunidades de aprendizaje y crecimiento que provienen de las experiencias positivas y negativas es esencial en el trabajo. Piensa en qué te servirá mejor en diferentes situaciones para los resultados que más deseas alcanzar.
- Deja de tratar de motivar a los empleados: el primer día de un nuevo trabajo, los empleados se sienten naturalmente motivados para hacerlo bien, no necesitan que su gerente los motive. Pero con el tiempo, muchos líderes inconscientemente despojan a esta motivación y luego dedican gran parte de su tiempo y esfuerzo tratando de volver a involucrar a las personas. Los estudios en la teoría de la autodeterminación han encontrado que los seres humanos tienen motivaciones naturales inherentes ; solo necesitan que ayudes a crear las condiciones adecuadas para desatar esto de manera constructiva. Dedica tiempo a tratar de garantizar que las personas tengan autonomía (una cierta cantidad de control sobre sus decisiones y entorno), un sentido de competencia (la posibilidad de usar sus puntos fuertes).y hacer aquello en lo que son buenos) y sentimientos de relación (conexiones positivas con las personas que los rodean).
- No se trata de crear un trabajo feliz: un lugar de trabajo feliz no debería ser tu objetivo. Si piensas en una ocasión en la que sientes que estás haciendo algo significativo en tu trabajo, es probable que implique enfrentar obstáculos, aprovechar tus puntos fuertes para superarlos y trabajar con éxito con otros. El significado y el propósito a menudo provienen de un trabajo que no siempre se siente bien, solo mira a Ghandi. La felicidad si la encuentras, es solo la cereza del pastel. Un trabajo significativo, al final nos permite sentirnos plenos y por lo tanto felices. Pero esto sólo es consecuencia de haber hecho lo correcto y esto se logra con un sentido (o significado) y sirviendo a un propósito. Ganarás más en contagiar esta visión en tu equipo que en buscar tenerlos felices.
En otro sitio de su blog, Michelle McQuaid recomienda 5 maneras más de ser un líder positivo:
- Cuida el estado de ánimo de tu equipo. Una investigación de Daniel Goleman encontró que entre el 20% y el 30% del rendimiento está determinado por el estado de ánimo de los empleados. Tener un equipo desanimado te pone en desventaja frente a tu competencia. Tal vez en la universidad obtener un 70% te parecía suficiente, en los negocios no lo es.
- Enfócate en desarrollar las fortalezas de tu equipo. Cuando un gerente o jefe tiene una conversación que se enfoca principalmente en las debilidades de un empleado, el desempeño de dicho empleado disminuye en promedio en un 36%. Pero si el gerente enfoca la revisión principalmente en las fortalezas de un empleado, luego el desempeño de esa persona mejora en promedio en un 27%.
- Cultive relaciones positivas : los estudios sugieren que nuestras relaciones con otras personas son nuestra mejor garantía para reducir nuestros niveles de estrés y mejorar nuestra concentración y enfoque en el trabajo. Esto se debe a que cada vez que nos conectamos genuinamente con otra persona, la hormona inductora del placer, la oxitocina, se libera en el torrente sanguíneo, lo que ayuda a reducir la ansiedad y mejora nuestra concentración y concentración.
- Encuentra un propósito: en el informe del Foro Mundial de Economía de los último años, tener un propósito ha sido la principal prioridad en el trabajo de los millenials. Sí, incluso por encima de las promociones, los ingresos, la seguridad laboral y los horarios. Pero, ¿se puede encontrar el propósito en cualquier trabajo? Así parece. Un análisis exhaustivo de los datos de más de 11,000 empleados en diferentes industrias: el único y más fuerte predictor de significado fue la creencia de que el trabajo tuvo un impacto positivo en los demás.
- Detona esperanza y optimismo: aunque es el dicho popular de que las cosas serán mejor mañana, como la canción de Annie, muy pocas personas cree que en realidad puedan hacerlo. Sin embargo, cuando la gente carece de esta esperanza o confianza en el futuro, tiene la mitad de la batalla perdida. Por esto el trabajo del líder consiste en alimentar las actitudes ganadoras. Hacer esto puede generar una mejora del 14% en la productividad, según los estudios.
Ser un líder positivo puede repercutir significativamente. Estoy convencido de ello y los estudios así lo demuestran, sin embargo, cada situación será distinta. Mi recomendación es prueba por ti mismo. ¿Qué pudieras hacer hoy para ser un líder más positivo y tener un mejor lugar de trabajo? Puedes comenzar desde hoy y, lo mejor de todo, no requieres pedir permiso ni autorización de presupuesto.
Bonita semana.