Una brisa fresca en verano o día soleado en invierno. Volver a casa después de haber dado todo en el trabajo y haber conseguido un logro personal. El momento en que juntos se sientan en familia a cenar, el abrazo de tu pareja o el saludo de un viejo amigo a quien encuentras después de mucho tiempo. La puesta del sol, los patos en el parque, un helado, un refresco, un café…

La felicidad no se trata solo de tener experiencias positivas; también se trata de darse cuenta, notar su presencia, disfrutarla, prolongarla. Cualquiera de las experiencias anteriores podría pasar desapercibida. Saborear es la forma de prevenir que eso pase.

«Es menos probable que el tiempo vuele cuando uno sabe que uno se está divirtiendo, es decir, cuando saborea», escriben Fred B. Bryant y Joseph Veroff en Saborear: Un nuevo modelo de experiencia positiva.

Bryant y Veroff definen saborear como “la capacidad de atender, apreciar y mejorar las experiencias positivas en su vida. Es la contraparte del afrontamiento, que implica lidiar con las experiencias negativas de la vida.”

Cuando saboreamos, tenemos sentimientos positivos y somos conscientes de ellos. No es solo la calidez de estar cerca de amigos; es el reconocimiento de cuán especial es nuestra conexión con ellos. Estar mirando a tu alrededor y deleitándote en su risa, sintiéndote agradecido por su presencia, notando lo relajados y aceptados cómo nos sentimos. Así que saborear es tener en cuenta, pero no es lo mismo que la atención plena (mindfulness): en lugar de estar al tanto de lo que sucede en el presente, implica centrarse deliberadamente y retener los sentimientos positivos para prolongar la experiencia.

En primer lugar, se necesita atención plena (mindfulness) para hacernos a la medida de nuestros sentidos del gusto, la vista o el olfato, incluso para notar lo bueno. Pero eso es todo.

El mindfulness consiste en notar lo que está ocurriendo en nuestra atención: bueno, malo o neutral. La atención plena no se trata de mantener el bien allí o de crear lo positivo. Mantener lo positivo es donde el sabor toma el control.

«Cuando las personas saborean, también son conscientes de su experiencia, pero su atención no permanece totalmente abierta a estímulos internos o entrantes. En cambio, el proceso de saborear implica un enfoque más restrictivo en los estímulos internos y externos asociados con el afecto positivo. En ese sentido, saborear es un concepto más estrecho que la atención plena “(Bryant y Veroff, p.15).

Existen, de acuerdo a Bryant y Veroff, cuatro maneras de saborear:

  • Maravillarse: Perder la individualidad propia en el asombro del momento.
  • Deleitarse: Complacer los sentidos: gusto, olfato, vista, oído o tacto.
  • Solazarse: Dedicarse a una actividad que genera diversión o una ocupación que agrada, experimentar logro y/o recibir reconocimiento.
  • Agradecer: Expresar gratitud por las bendiciones.

¿Qué efectos tiene el saborear?

Más felicidad y emociones positivas

Las personas que son expertas en saborear, que dicen poder saborear resultados positivos en su vida, tienden a ser más felices. Curiosamente, sentir que podemos  saborear resultados positivos tiene un efecto mayor en nuestra felicidad que sentir que podemos  obtenerlos. Controlar nuestra actitud puede ser incluso más importante que controlar nuestro mundo.

Mayor significado de la vida

Saborear también puede darnos un mayor sentido de significado en la vida. Una vida llena de dificultades puede parecer sin sentido, pero puede suceder lo mismo con una vida llena de regalos que no podemos disfrutar. Saborear ayuda a desbloquear los tesoros que ya están en frente de nosotros.

Mejores relaciones

Las relaciones son uno de los contextos más ricos y valiosos para saborear la vida. Piensa en cómo se siente cuando estás pasando un momento particularmente bueno con un ser querido, y sabes que la otra persona también está pasando un momento maravilloso.

Menos emociones negativas

Las personas que son más capaces de saborear tienen menos probabilidades de ser neuróticas, un rasgo de personalidad de los “cinco grandes” caracterizado por emociones negativas y sensibilidad al estrés. También es menos probable que estén deprimidos, presenten síntomas de tensión o que tengan dificultades para sentir placer.

Mejor capacidad cognitiva

La terapia de reminiscencia, que alienta a las personas a saborear recuerdos del pasado, es una intervención popular para reducir la depresión en los ancianos (e incluso puede mejorar la función cognitiva).

Mayor creatividad

En el libro Saborear: Un nuevo modelo de experiencia positiva, los autores Fred B. Bryant y Joseph Veroff afirman que saborear puede ser parte de la creatividad.

Construye y saborea memorias positivas

En la película de Elizabethtown (en español: «Todo sucede en Elizabethtown), Clair Culborn (Kirsten Dunst) hacía continuamente un gesto con sus manos simulando una cámara fotográfica para captar, según decía, momentos especiales en su memoria.

Para incrementar nuestra capacidad de saborear podemos hacer algo similar: Construir memorias.

Cuando estés viviendo algo agradable, que no suceda a menudo, como unas vacaciones o una boda, trata activamente de tomar nota de los detalles de la experiencia que estás viviendo para recordarlos más adelante. Pon especial atención en el entorno, la decoración, la temperatura, la intensidad de la iluminación. Observa los atuendos de las personas, no para criticarles, sino para captar todos los detalles. Compara la intensidad de los colores, escucha más la música. Pon atención a los sabores, olores, texturas y colores de los alimentos, etc.

Al final de cuentas, la vida pasa tan a prisa y la mejor forma de influir sobre nuestro pasado es escribiéndolo cada día. El saborear nos permite escribir las memorias con más y mejores detalles y extender nuestro nivel de felicidad respecto de nuestros recuerdos.

Ahora que comienza el verano, date la oportunidad de ponerlo a prueba, saborea estos momentos, que no volverán a suceder.

Bonito final de semana.

About the author

Me gusta el aprendizaje, el crecimiento, contribuir al mundo; amo a mis hijos; explico cosas; comparto mis pensamientos; escucho a los demás; practico la filosofía y el coaching; doy conferencias, talleres y clases a quien se deje; me gusta dejar un pedacito de mí en la vida de las personas.
2 Responses
  1. Ruth

    Hola Alex
    Me gustó la presentación del libro Hazlo
    Felicidades

    Deseo recibir los ejercicios que comentaste
    Saludos

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